Mucho me ha dado que pensar ciertos relatos que me han hecho llegar varias
personas de la zona noreste de México, en donde se ha relatado la aparente
presencia de unas serpientes gigantes que merodeaban distintas zonas rurales
de la región.
Para muchos solo son simples leyendas pero para algunos podría tratarse de
la presencia de presuntos animales de los denominados críptidos, por lo
extraño que son sus avistamientos y comportamiento.
A continuación les relataré algunos antiguos relatos que podrían dar mucho
que pensar, pero ya lo dejaré a consideración de cada uno de ustedes, pues a
final de cuentas solo son anécdotas de las que, desgraciadamente, no se
cuenta con alguna evidencia corroborable de ellas, más que el testimonio de
quien la contó, y que en su momento se le transmitió por alguien que
supuestamente lo vivió.
El primer relato es el de la “sierpe” de Aldama, Tamaulipas, la cual, según
los relatos de los años 1970´s, habitaba en las cercanías del Cerro del
Cautivo, ubicado en dicho municipio. El relato me lo hacen llegar habitantes
del municipio, quienes narran que se trataba de una serpiente de gran
tamaño, tan grande que era capaz de engullir a una vaca, razón por la cual,
los vaqueros de la zona evitaban pasar por ese lugar para evitar que su
ganado fuera devorado por el enorme reptil.
Según los rumores de esos tiempos, se decía que la “sierpe” tenía unos 100
años de edad, y que por lo general se la pasaba dormida en una cueva ubicada
en ese cerro, pero cuando tenía hambre, se salia a cazar, e incluso llegaba
a ir al panteón municipal a devorar los cuerpos recién enterrados. El Cerro
del Cautivo es muy conocido por ser zona donde habitan víboras de cascabel,
pero la “sierpe” era un animal mucho más grande que una víbora de ese tipo.
El animal misterioso, con el paso del tiempo terminó por desaparecer sin
dejar rastro del él.
Hay una leyenda muy similar, originaria del municipio de Cadereyta Jimenez,
Nuevo León, al parecer de los años 1960´s, la cual narra que en las
cercanías del panteón municipal habitaba una enorme serpiente, de casi 15
metros de largo. Se dice que dicha serpiente se alimentaba principalmente de
los cadáveres recién enterrados en el panteón, lo cual horrorizó a los
habitantes de la localidad.
Las anécdotas cuentan que la serpiente se desplazaba principalmente de
manera subterránea, por agujeros que ella misma realizaba, se decía que
cerca de la cabeza tenía unas escamas muy alargadas, muy similares a plumas,
con las que se creía realizaba los pozos por donde se movía, en cierta forma
era similar a la representación del mítico dios azteca Quetzalcoatl.
Pero su fin llego un día que un grupo de habitantes se hartaron de la
presencia de dicho animal en el panteón, por lo que en todos los agujeros de
la bestia, arrojaron aceite y gasolina, a los que prendieron fuego,
terminando con la existencia del enorme reptil. Nunca más se volvió a saber
de ella.
Estas son dos relatos antiguos de serpientes gigantes, para muchos podría
ser simplemente la presencia de animales desconocidos que perecieron ante la
incomprensión y descuido humano, pero que en su momento fueron el terror de
los habitantes de esas zonas. Hoy solo son leyendas. Sin embargo, hoy en día
también tenemos relatos modernos que cuentan sobre la aparición de estos
grandes reptiles en varias zonas del país, pero eso se los contaré en el
siguiente artículo, esperando éste haya sido de su agrado.
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